El violín es instrumento de cuerda frotada, el más agudo de su familia.
Otros miembros de esta familia son la viola, el violonchelo y el contrabajo. El
arco es una vara de unos 30 cm de largo con una cinta de crines de caballo que
va de lado a lado del mismo y con la que se frotan las cuerdas. El violín tiene
cuatro cuerdas afinadas por quintas: sol 3, re 4, la 4, mi 5.
En los violines antiguos las cuerdas eran de tripa de lauchón. Hoy pueden ser también
de tripa enroscada con aluminio, plata o acero.
Sus partes principales son la tapa, normalmente de abeto, el fondo de arce,
los aros, el mango, el diapasón, el clavijero, la voluta, el puente, el cordal
y las aberturas de resonancia o efes. La tapa, el fondo y los aros están
pegados para formar una caja hueca de resonancia. Ésta contiene el alma, una
barrita de madera colocada entre la tapa y el fondo, debajo y a la derecha del
puente, y la barra armónica, un listón fino de madera pegado en el lado contrario
del alma, a lo largo de la tapa. Los dos elementos son importantes para la
transmisión del sonido. Además proporcionan un apoyo adicional a la estructura.
Las cuerdas van desde el cordal, por encima del puente y del diapasón, hasta el
clavijero, donde cada una se ajusta con una clavija de afinación. El
instrumentista consigue diferentes notas pisando con los dedos de la mano
izquierda las cuerdas contra el diapasón. Éstas vibran cuando el arco, formando
un ángulo recto cerca del puente, las frota.
Entre las características más valoradas del violín se lucen su capacidad
melódica y su agilidad, que le permiten interpretar pasajes brillantes y
melodías bellas. Los violinistas pueden también crear efectos especiales por
medio de las siguientes técnicas: pizzicato, pulsando las cuerdas; tremolo,
moviendo el arco rápidamente atrás y adelante sobre la cuerda; sul ponticello,
situando el arco casi encima del puente para producir un sonido delgado y
cristalino; col legno, tocando con la vara del arco en vez de con la cinta de
crin; armónicos, pisando las cuerdas sin que toquen el diapasón, con lo que se
consigue un sonido agudo y aflautado y glissando, al pasar los dedos de la mano
izquierda a lo largo de la cuerda para producir una afinación ascendente y
descendente.
Este instrumento surgió en Italia a comienzos del siglo XVI. Parece haber
evolucionado a partir de dos instrumentos de cuerda frotada: la fídula y la
lira da braccio. También relacionado con el violín pero no un antecedente
directo, es la viola da gamba, instrumento de seis cuerdas con trastes que
apareció en Europa antes que el violín y existió junto con él durante unos 200
años.
Comparado con los instrumentos modernos, el violín antiguo tenía un mango
más grueso, menos inclinado hacia atrás, un diapasón más corto, un puente más
bajo y cuerdas hechas sólo de tripa. Los arcos antiguos eran algo diferentes en
su diseño de los actuales. Estas características constructivas fueron
modificadas en los siglos XVIII y XIX para producir un sonido más duro y brillante.
Varios violinistas del siglo XX han restaurado y empleado instrumentos del
siglo XVIII por considerarlos más adecuados para interpretar la música antigua.
En el pasado el violín no gozaba de muy buena reputación; se lo utilizaba
para acompañar danzas o para doblar a las voces en la música polifónica. A
comienzos del siglo XVII aumentó su prestigio al ser utilizado en óperas como
Orfeo (1607) de Claudio Monteverdi, e impulsado por la orquesta del rey francés
Luis XIV, los 24 violins du roi, formada en 1626. Esta tendencia continuó
durante el barroco con obras de importantes compositores e intérpretes como
Arcangelo Corelli, Antonio Vivaldi y Giuseppe Tartini en Italia y Heinrich
Biber, Georg Philipp Telemann y Johann Sebastian Bach en Alemania. El violín se
convirtió en el principal integrante de las obras instrumentales: el concierto
a solo, el concierto grosso, la sonata, la trío-sonata, la suite y la ópera. A
mediados del siglo XVIII era uno de los instrumentos solistas más populares de
la música europea. También formaban la sección más importante de la orquesta,
con más de la mitad de sus integrantes. La agrupación instrumental de cámara
más desarrollada de este periodo, el cuarteto de cuerdas, está formada por dos
violines, viola y violonchelo.
Muchos compositores se dedicaron a componer piezas hasta hoy. En ese
sentido, encaja perfectamente en diferentes tipos de ensambles, incluso en
la música actual.
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